Por: Salvador Coria/Grupo Periodístico de Michoacán
Lea la siguiente ¡Hermosa declaración! ¿No cree?
La Declaración Universal de Derechos Humanos establece en su artículo 19 que todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, investigar y recibir informaciones y opiniones, difundirlas sin limitación de fronteras por cualquier medio de expresión.
Aunque en nuestra carta magna, es específica en el ejercicio de la Libertad de Expresión y los límites que ésta tiene, dista mucho en la praxis la aplicación real en toda su dimensión en una sociedad democrática y plural como la presumimos tener en nuestro país, estado y municipios.
¿Quién iba a creerlo?, los periodistas y comunicadores, hoy, en esta época, década o dentro de la generación millennials y centennials en que vivimos, la libertad de Expresión, también, ha sido víctima y socavada por los grupos de facto profesionales que gobiernan a nuestros “gobiernos” y a nuestras regiones o terruños: coartan, limitan y condicionan la forma de difundir y opinar.
Hoy, también, con las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, la libertad de expresión ha sido víctima de las mafias cibernéticas y éstas han provocado grupos de conveniencia para políticos y para gobiernos nefastos con el fin de mancillar el oficio del periodismo. Hoy, de manera específica las diversas plataformas de redes sociales son utilizadas para la manipulación y desacreditación, chisme, injurias, han perdido su objetivo de socialización y sana convivencia en sociedad líquida y en constante cambio.
“Bajo la ocultación de la libertad de expresión, en las redes sociales se están permitiendo alimentar un círculo vicioso de difamación, intolerancia y de insidias.
La libertad de expresión es externar lo que siente uno, bajo la premisa de una actitud positiva y respetar los derechos de los demás, en el que se manifiestan creencias, ideologías, valores, y en la cual los prejuicios y la discriminación no tiene cabida.
Por eso, podríamos preguntarnos ¿Tenemos una verdadera libertad de expresión y dónde?
Este 7 de junio de 2019. Día de Libertad de Expresión, leeremos y escucharemos toda clase discursos que dirán: estrictito respeto a la Libertad de ideas y opiniones.
Ejercer la profesión del periodismo implica en primer lugar que te guste y tengas pasión; dos, siempre debes estar preparado y cuando menos debes dominar el lenguaje de tu idioma natural; tres, tener valor ante las circunstancias adversas de gobiernos autoritarios y prepotentes, grupos de facto y de seudo periodistas que te ponen la llaga sobre la herida para que los homicidas cometan la artera acción de asesinarte o de amedrentarte.
Hoy, podría pasarme horas enteras escribiendo líneas tras líneas para convencerte que no gozamos de este derecho universal de la libertad de expresión y podría darte las cifras de los cobardes asesinatos cometidos contra compañeros y compañeras periodistas; pero, sinceramente, de nada serviría ponernos como víctimas, ante la ineficacia e inoperancia de las autoridades para investigar y aclarar los homicidios perpetuados en contra de comunicadores y periodistas.
Hoy, sólo nos queda encomendarnos al creador para que nos proteja, ante la vulnerabilidad para ejercer nuestra libertad expresión; pero, sobre todo ante la incompetencia de autoridades títeres, miedosas y dominadas.
¿Usted qué opina? ¿Somos libres para expresar nuestras ideologías …?
